París, amor a primera vista.

Si hubiéramos sabido que París era tan encantadora, la hubiéramos dejado para el final de nuestro primer viaje a Europa, como la cereza del pastel. Es que es una ciudad hermosa y mágica. Claro, esta es mi opinión, también un poco alimentada por el motivo de ese viaje que fue nuestra Luna de Miel. Sin embargo, por cualquier motivo, París es un must en Europa.

Yo sé que muchos dirán: “Esos destinos cliché, yo prefiero ir a Kampala en Uganda”… Sí es cliché y ¡SÍ, NOS ENCANTA!. ¿Cuál es el pecado en querer visitar ciudades cliché? Ni fotos, películas o descripciones literarias de la Torre Eiffel se comparan con el hecho de tenerla frente a ti y si ese es el lugar al que quieres ir, hazlo.

¿Cómo llegar?

A París se puede llegar por avión, tren o carro. En tren, muy seguramente arribarán a Gare du Paris-Nord o Estación del norte de París, que es la principal estación ferroviaria de Francia. Si llegas en avión, te invito a que consultes previamente en tu pasabordo cuál será el aeropuerto de llegada porque hay al menos tres diferentes, pero ustedes querrán llegar a alguno de estos dos: El París-Orly a 14 km del Sur de la ciudad o el Charles de Gaulle que está dentro del área Metropolitana de París.

A su llegada, lo único que deben hacer es encender el Google Maps, tomar el metro o el  bus cercano a su alojamiento o al lugar donde quieren ir en ese momento y listo el pollo. Tener en cuenta que desde el Aeropuerto es más caro el metro a la ciudad (unos 10€), pero pueden averiguar si hay tickets de días y lo que ya les he explicado en otras ocaciones. Una vez en París te sentirás realmente maravillado por la arquitectura y la organización.

Si no sabes cómo ubicarte en las ciudades de Europa, te invito a leer mi artículo haciendo clic aquí.

Un tip sobre algo que hacemos en todas las ciudades a las que vamos: aprendemos una corta frase en su idioma para acercarnos de una forma más “amable” a las personas antes de preguntar algo directamente en español o inglés. Por ejemplo, en París decíamos “Bonjour, je ne parle pas français. English, español?” Que significa Hola, no hablo francés”. Ya luego le hablamos en español o inglés dependiendo de lo que esa persona sepa. Eso es una muestra de respeto por el idioma y la cultura de los demás y de esta forma la gente es más amable.

¿Dónde quedarse?

En París hay miles de hoteles de todos los tipos, pero la zona donde alojarse es clave para reservar con precios económicos, estar cerca de los lugares turísticos, encontrar comida a buen precio, para comprar souvenirs o por seguridad. Hay dos zonas que yo recomendaría y seguro otras personas tendrán otras que sería buenísimo si me las comparten.

La primera opción es las inmediaciones de Notre Dame o el Barrio Latino. Aquí puedes conseguir hoteles o apartamentos de 60 a 80 € la noche para dos personas. Encontrarás cientos de lugares pequeños, curiosos y hermosos para comer por 10€ con entrada, plato fuerte, postre y bebida. Nosotros tratamos de ir siempre a los de comida francesa. Así mismo, tendrás el metro muy cerca para ir a donde quieres. Esta zona está a 20 minutos de la Torre Eiffel y 30 minutos de Champs-Élysées y el Arc de Triomphe.

La segunda opción es Montmartre, el distrito de los pintores que tiene fama de ser muy cultural y diverso. Es la zona donde se queda la mayoría de turistas con presupuestos limitados ya que encuentras hostales y hoteles a precios excelentes. Aquí estás muy cerca de la Sacré-Coeur, bares, restaurantes, galerías y otras lugares donde divertirse.

Si cuentas con un poco más de presupuesto, búscate algo cerca a Champ de Mars o Champs-Élysées que son zonas muy exclusivas, cercanas a restaurantes elegantes y las tiendas de las mejores marcas.

¿Qué hacer?

En tu viaje reserva al menos 4 días para esta ciudad y no serán suficientes, pero trata de aprovecharlos al máximo. Ya dormirás cuando llegues a tu casa.

La Torre Eiffel: Primer consejo, COMPRA LOS TICKETS POR INTERNET si es que no quieres hacer una fila de horas para conseguir una entrada. Si lo haces en la comodidad de tu hogar, unas semanas antes, ahorras mucho tiempo. Deberás indicar el día y la hora a la que vas a ir y el ticket no te servirá si llegas tarde u otro día. Dependiendo del ticket que compres podrás subir hasta el segundo piso o hasta el tercero donde tendrás una bellísima vista de toda la ciudad y podrás tomar una copa de champaña desde 13€. Esto es algo que se puede omitir, pero nosotros lo teníamos presupuestado así que lo hicimos. Hay personas que deciden no subir y es respetable, pero es una súper experiencia. El ticket cuesta 11€ hasta el segundo piso y hasta el tercero pagarás 17€. Este es la página donde puedes comprar tu ticket.

El Museo Louvre: Segundo consejo, COMPRA LOS TICKETS POR INTERNET. La dinámica es igual a la anterior, solo que aquí hay mucha más gente. Para ver todo este museo, necesitarás al menos medio día. Aquí podrás ver, entre otras bellísimas obras, las joyas de la corona francesa, gran parte de la historia de la antigua Egipto, la Venus de Milo y claro, a la Gioconda, La Monalisa de Leo Da Vinci. La entrada a este museo cuesta unos 15€. Compren el Ticket para la mañana pues el museo se irá llenando después de las 11:00 am.

Puedes visitar también La Catedral de Notre Dame, el Museo de Orsay, la Basílica de Sacré-Coeur, caminar por los Campos Eliseos y llegar hasta el Arco del Triunfo al cual puedes subir y tener otra vista de la ciudad, pasear en barco por el Río Sena, recorrer los Jardines de Tuileres y Luxemburgo, así como visitar el estadio de Paris Saint German. Hablando del Arco del Triunfo, por Dios santo que no intenten cruzar la calle, a ese lugar se llega a través de un túnel subterráneo que está al frente de la tienda de Cartier. NO HAY FORMA DE CRUZAR LA CALLE.

¿Dónde comer?

Como les dije, en el Barrio Latino y en Montmartre pueden encontrar muy buenas opciones para comer rico y económico. Así mismo, hay muchos puestos callejeros donde puedes comer crepes dulces o salados, pizza y todo tipo de comida rápida. Hay cadenas de comida como Subway y Mc Donalds que siempre tienen sus precios estándar, aunque en París son más caros, además que así como muchas ciudades de Europa, te cobran las salsas por aparte… pero bueno no fuimos a París a comer comida rápida ¬¬.

Por una experiencia VIVIDA en París, les recomendamos L’Entrecote. Cada quien dirá que tiene su verdadero L’Entrecote, pero al que fuimos ubicado en los Campos Eliseos fue sublime. Consiste en cortes de carne término medio (o el que quieras) acompañados de su salsa de mantequilla y especias con papas a la francesa. Tan sencillo como eso pero inolvidable. Si les apetece gastarse un poquito más, este menú por persona cuesta 22€ y les juro que les hará muy feliz como pueden ver en esta foto:

Y siempre estará la clásica y económica opción de comprar comida en supermercados. En París hay un Carrefour Express en cada cuadra donde puedes comprar todo para hacer tu propia comida además de vinos a muy muy MUY buen precio.

Bonus Track

Si quieren cerrar con broche de oro su visita a París, vayan y cómprense un buen vino, un par de vasos desechables y siéntense en el Champ de Mars frente a la Torre Eiffel a las 6:45 pm. Quince minutos después la verán encendida con sus luces amarillas y muchas pequeñas luces blancas intermitentes que te dejarán maravillado. París es la ciudad de la magia.

 

Recordar París me hace feliz y contárselo a ustedes también. Si quisieran saber algo más a fondo, escríbanme y yo les responderé apenas pueda.

Compártanlo, no sean malos 😀

 

Experiencia Preikestolen

A pesar del frío y la lluvia pronosticada para el día que decidimos subir a Preikestolen, nos despertamos, preparamos nuestras cosas y salimos rumbo a esta aventura.

Preikestolen o Pulpit Rock es una formación rocosa que se alzó a un costado de Lysefjord, lo que lo convierte en un mirador natural. Para ir al Prikestolen primero debemos situarnos en Stavanger, una ciudad de vocación portuaria al sudoeste de Noruega. Es bastante turística ya que tiene un puerto al que llegan muchos cruceros, pero a la vez es muy industrial sin tener el corre-corre que se vive en Oslo que es la capital. Más adelante escribiré un blog sobre esta ciudad nórdica. En Stavanger puedes hacer muchas cosas divertidas a parte del Pulpit Rock, de las cuales escribiré luego. Hoy quiero contarles sobre esta experiencia.

La previa

Para subir a Preikestolen no necesariamente hay que ser un súper deportista ni corredor de maratones de 10k, pero sí debes contar con una condición física resistente, ya que el camino de subida son 4000 m, y es la misma distancia de bajada, para lo cual se requiere de hacer trabajo físico durante 4 horas en condiciones de frío, lluvia y en un camino que no es nada plano.

Se debe tener en cuenta el pronóstico meteorológico. En Noruega hay brisas muy fuertes y no es recomendable subir si esta es la condición climática. También es posible subir un día donde no haya lluvias, pero esto sería algo muy inusual.

Indispensable llevar un morral muy ligero de peso pero con lo necesario: Suficiente agua, comida, bebida caliente (opcional) y dulces (por si te da el veri veri). Con comida me refiero a algo sencillo como sandwiches, salchichas… lo que quieran llevar pero ligero. El morral que sea preferiblemente impermeable por si llueve.

Con respecto al outfit, no es precisamente fashion ni sexy. Prepárate con pantalón y buzo térmico, medias gruesas (sería recomendable llevar otro par de emergencia por si las que tienes puestas se mojan), botas, pantalón, guantes y chaqueta de lluvia, bufanda o algo para cubrir el cuello… cobija nórdica, fogata portátil, faja térmica… nah! estos tres últimos no, es broma :D. Se debe llevar puesto todo aquello que sea necesario para cubrirse del frío y la lluvia. Cuando se vistan se van a ver súper sexys, más o menos así:

Ya teniendo todo esto, estamos listos para ir a Preikestolen.

Cómo llegar

Para temas de costos, voy a hablar en coronas que es la moneda oficial de Noruega. La conversión a pesos se hace multiplicando el valor en coronas por $370. 1 Corona = 370 pesitos colombianos.

Nosotros llegamos de la forma “fácil” gracias a mi cuñada Claudia y su esposo Morten que nos llevaron en carro desde su casa en Lye hasta el puerto de Lauvvik Kai, donde tomamos el ferry, en el cual se debe pagar por el carro 67 coronas aprox (si es eléctrico es gratis) y por cada pasajero unas 40 coronas. Luego, continuamos en el camino indicado hasta Preikestolen donde el parqueadero cuesta unas 100 coronas.

Si no puedes ir en carro, llegar en bus es la otra alternativa barata, porque ¡claro!, una belleza llegar en bote o en helicóptero desde Stavanger pero, ve ahorrándote unas 4000 coronas para esto. En bus es mayor el tiempo de llegada pero es más económico que alquilar un carro. Es la misma ruta, también se debe tomar el ferry.

La expedición

Listos para empezar, estábamos tan emocionados que a los 5 minutos de subida ya no teníamos aire. -.- . Primer consejo, si vienes en plan turismo, esto es para subirlo con calma, a paso firme pero tranquilos. Si vienes a hacer ejercicio y tienes el estado físico, ve al ritmo que puedas y quieras. Subiendo vale la pena tomarse fotos en cada centímetro porque la vista es increíble.

Debes seguir las marcas que encontrarás en árboles y piedras con una T en pintura roja, que según lo que investigué significa Turistforetning. No te vas a perder ni te vas a ir por el camino equivocado, pero siempre es bueno ir pendiente de estas señales, así como de los tótems que te dicen cuánto has recorrido y cuánto te hace falta.

A medida que vas subiendo y tu cuerpo empieza a transpirar, sentirás calor y ganas de quitarte la ropa, pero la recomendación es que no lo hagas. Primero que el sudor y el aire frío producen más frío y segundo que al llegar a la cima estarás estático el tiempo que quieras dedicar a quedarte allí, por lo cual sentirás más frío. Si no te quitas la chaqueta, tu cuerpo mantendrá el calor producido por el ejercicio realizado.

Una vez arriba, la vista debería ser al Lysefjord y todo su esplendor. Nosotros no contamos con esa suerte y nos tocó neblina. Sin embargo, logramos tomar algunas fotos para dejar el registro de que lo logramos!. Yo me había preparado mentalmente para sentarme allí, a 600 m de caída libre. Creo que por la neblina fue más fácil ya que no veía a dónde me iba a caer, pero tomé todas las “precauciones”. Me senté a un metro del borde y me fui acercando hasta que mis pies quedaron al aire. A lo lejos se escuchaba “PÁAAAARATEEEE YA TE TOMÉ 1000 FOTOS”, un grito desesperado de Mario y yo solo podía reírme. Aquí una foto de la hazaña.

Bajamos luego de comer nuestras provisiones con el mayor cuidado porque había llovido y las piedras estaban muy resbalosas. Yo no podía creer que lo logramos. Bajé pensando en que si pudimos llegar hasta el otro lado del mundo a subir esa piedra, podíamos hacer lo que quisiéramos. Pensé en todo lo que me falta por vivir y conocer. Me llené de ganas y energía para seguir experimentando cosas nuevas.

Si tienes preguntas o dudas sobre esto, no dudes en escribirme.

Si te gustó, compártelo sino, también. 😀

Transporte dentro de las ciudades de Europa

La primera vez que aterrizamos en Madrid estábamos abrumados por el tamaño del Aeropuerto Barajas. Cansados y con ganas de ir al hotel preguntamos cuánto costaba un taxi, nos respondieron que la tarifa fija son 30€. Cuando viajas con presupuesto limitado, 30€ es más o menos lo que gastas en comida en un día por persona, gastarnos eso en un taxi era imposible para nosotros.

Recordé que había leído en un artículo que Google Maps ayudaba a conocer rutas y métodos de transporte. Das tu ubicación y el punto al que quieres llegar y el app te da la ruta por medio de carro, metro, bus, tranvía, uber, taxi y a pie. El taxi y el uber no siempre es carísimo pero sí vale más que los sistemas de transporte masivo, por lo tanto el método de transporte que más se recomienda usar es el metro. Google Maps indica la estación a la que debes ir, la ruta de metro que debes tomar, la dirección a la que debes ir, la estación en la que te debes bajar y el tiempo de viaje que tendrás. Funciona igual para el bus y para el tranvía.

En este screenshot vemos un ejemplo de una ruta en París para ir desde el alojamiento donde nos quedamos en el 2016 hasta la Torre Eiffel. Nos dice que debemos caminar 3 minutos hasta la estación Saint-Michel Notre-Dame, luego tomar el RER C con dirección a Pontoise (dentro de la estación verán la señalización súper fácil de entender para encontrar la ruta), pasar 3 estaciones hasta Champ de Mars – Tour Eiffel, bajarnos y caminar 7 minutos hasta la Torre Eiffel.

Cada ciudad de Europa tiene su sistema de transporte y sus tarifas. Los tickets los puedes comprar directamente en las máquinas ubicadas en las estaciones. En la mayoría de los casos hay que tener en cuenta los siguientes tips:

• Para días en los que debes movilizarte mucho es recomendable comprar el ticket de 24 horas en el caso de Berlín o los abonos de 10 viajes en el caso de Madrid por ejemplo. En nuestro viaje grupal de este año, pagamos 24€ por un ticket de transportes válido por 24 horas para máximo 5 personas, es decir, pagamos el valor entre todos y lo aprovechamos al máximo ya que nos movimos a diferentes sitios ese día.
• Tener en cuenta que en algunos países de Europa no hay taquillas de ingreso al metro, pero sí debes sellar el ticket en unas maquinas casi invisibles, que nadie te dice que existen para que los agentes de seguridad que a veces se suben al metro puedan verificar que efectivamente no estás usando su sistema de transporte gratis. Tengo un par de amigos que ya tuvieron que pagar esa multa que supera los 30€…
• No todos los tickets son iguales. Para ir al aeropuerto por ejemplo, normalmente cuesta más y no es válido el ticket regular. Asegúrate siempre de revisar que compres el ticket que se ajuste al destino al que quieres ir.

Para llevar a cabo todo esto de Google Maps, lógicamente debes contar con data o wifi en tu celular porque esta función de Google Maps funciona solo con internet. Si quieres saber cómo obtener intenet en toda la unión europea de forma fácil y barata, espera pronto mi blog sobre cómo obtener data y llamadas en Europa.

Si no quieres usar esta aplicación, dentro de las estaciones del metro siempre está el mapa de las estaciones y aunque es un método que mucha gente usa, al momento de tener que cambiar de ruta para hacer la correspondencia se torna un poco enredado así que el consejo es usar Google Maps.

Si hay preguntas o dudas, compártanlas en los comentarios y con gusto les contestaré :D.

Si te gusta, comparte sino, también (jajaja).

Moverse fácil por Europa

En mi instagram @dianajanacet ofrecí a mis amigos votar entre “Información sobre el Oktoberfest” y “Cómo moverse fácil y barato por Europa”. Por muy poco, este fue el tema escogido para esta semana.

Europa es un continente bello para recorrer, no solo por su geografía sino por sus facilidades de transporte.

Puedes escoger entre los medios más usados: bus, tren, carro compartido o avión. Para todas las opciones tienes un abanico de posibilidades con las tarifas más cómodas y también las más exclusivas, pero como este blog es sobre cómo viajar sin hipotecar la casa, aquí hablaremos de las maneras más económicas.

Primero, entendamos una recomendación muy sencilla. Para viajar dentro de un país de una ciudad a otra, es recomendable usar el tren o el bus, y de un país a otro es mejor avión. Pero todo eso puede ser muy susceptible de cambiar dependiendo del tiempo que tengas y en contadas excepciones esta recomendación puede ser invertida, por ejemplo, el año pasado encontré una mejor opción de precio en tren desde París hasta Amsterdam.

De todas las páginas para buscar traslados que hemos experimentado, recomiendo usar http://www.goeuro.es, que es un motor de búsqueda de billetes para viajar por Europa y te da resultados de precios en avión, bus, tren y carro. Para avión puedes buscar con un año de anticipación, pero para las demás opciones debes esperar al menos 3 meses antes de la fecha.

Avión
En Europa existen varias aerolíneas low cost que te permiten viajar con limitaciones de equipaje a los destinos que deseas, como su nombre lo indica, con bajas tarifas. Ese tema del equipaje es algo que debes aprender a controlar. En los últimos dos años hemos
viajado por Europa con un backpack de 55 litros en la espalda que nunca ha pesado más de 15 kilos y hemos sobrevivido. A mitad del viaje vamos a una lavandería autoservicio y nos tomamos una cerveza mientras lavamos la ropa y ya. Prefiero eso a andar con una maleta gigante. Esto tiene entre sus ventajas, un ahorro de tiempo
Increíble ya que no tienes que llegar con una hora y media de anticipación al aeropuerto ni tienes que esperar maleta cuando llegas a tu destino y así sales del avión directo a tu hotel.

El vuelo más barato que hemos pagado fue Milán – Valencia, por 21 euros. Se imaginan eso? 3 horas de viaje por $70.000!. Vale la pena considerarlo. Obviamente te venden hasta el agua, viajas menos cómodo, no puedes escoger tu asiento… pero son cosas a las que puedes renunciar durante unas pocas horas por el ahorro que representan.

Algunas aerolíneas low cost en Europa son: Ryan Air, Easyjet, Transavia y Norwegian. Puedes ver las tarifas en goeuro.es y luego irte a la misma página de la aerolínea a ver si te ahorras un par de euros.

Tren
Es la opción más cómoda pero no la más barata. Es recomendado para viajar entre ciudades dentro de un mismo país, aunque no todos los países cuentan con trenes de alta velocidad y en algunas ocasiones encontrarás trenes de 8 – 10 horas, estratégicos para viajar de noche y ahorrar una noche de hotel.

En España por ejemplo, encontrarás la empresa Renfe, que cuenta con una línea de alta velocidad que se llama Ave, es más costoso, pero se pueden conseguir tarifas de 25 euros comprándolo con tiempo y en fechas estratégicas. Independientemente del tiempo, es muy bello ver cómo buena parte de Europa está conectada por medio de este sistema y lo sencillo que es comprar un billete por internet.

Bus
Es muy barato, pero no es lo más recomendable. Mi experiencia en los buses de larga distancia es bastante mala. Una noche en bus no es exactamente lo más placentero y tal vez por 10 o 20 euros más puedes tomar un tren.

De Münich a Berlín quisimos vivir la experiencia y obedecer al ahorro porque cuando hay Oktoberfest las aerolíneas y las compañías de trenes ponen esos precios por las nubes pero, luego de esa larga noche ya sabemos que no lo haríamos nuevamente aunque, para cortas distancias puede ser muy provechoso, por ejemplo, de Florencia a Pisa en Italia.

La empresa con la que hemos viajado se llama Flixbus, la cual no es puntual, ni cómoda, ni limpia. No se los recomiendo. Mejor dicho, eliminen el bus de su viaje >D

Carro compartido
Esta opción nunca la hemos experimentado pero conozco personas que sí lo han usado y dicen que es muy bueno. Se trata de viajes en carros donde compartes las plazas con personas desconocidas y entre todos pagan los gastos de gasolina y peajes. Sería interesante experimentarlo alguna vez pero definitivamente mis favoritos son el tren y el avión.

En todas estas páginas puedes pagar por medio de tarjetas de crédito y en algunas te deja usar la e-card que tienen algunos bancos en Colombia.

Cabe recalcar que siempre debes revisar 1, 2 y 3 veces antes de pulsar el botón comprar. Que no te pase como a mí que una vez compré los tiquetes al revés…

La clave de todo es estar concentrado en buscar tu traslado de convenciencia al mejor precio. Probablemente tendrás de mover una fecha aquí o una hora allá, pero lograrás encontrar lo que estás buscando.

Si crees que se me escapa algo o tienes preguntas sobre esto, no dudes en escribirme.

Si te gusta, compártelo sino, también (jajaja).

 

 

Así comenzó todo

Fui criada bajo la premisa de que viajar era muy difícil. Teniendo familia en varias ciudades de Colombia y otros países, no fue sino hasta los 14 años que me subí en el primer avión para ir a Bogotá. Siendo tan joven creo que no despertaba aún mi interés por viajar y conocer lugares que solo en libros y películas había visto. No tenía una cultura de ahorro y mi familia no es adinerada, así que mis prioridades eran otras, como terminar mis estudios, descubrirme a mí misma, madurar y todas esas cosas de la adolescencia.

En la universidad fui a un par de rutas académicas en Bogotá y Medellín, siendo en estos dos destinos donde descubro mi gusto por conocer nuevos lugares, probar comida típica, saber sobre la historia que esconden las calles y otras actividades fabulosas que abren tu mente y tu vida para darte cuenta que el mundo es más grande de lo que crees, que tú no eres el centro del universo y que no estamos hechos para pertenecer a un solo lugar. Esto es lo primero que aprendí: viajar te hace ser un ciudadano del mundo.

En el 2011 me fui a vivir con mi novio (hoy mi esposo), también empiezo a trabajar y a ganar más dinero. En este momento la prioridad era estabilizarnos económicamente, comprar los “chocoritos de la casa”, etc etc… pero unos años después nos decidimos a emprender nuestro primer viaje juntos. Y allí comenzó todo. Una vez salimos del país y vimos tan solo una pequeña parte de lo que el mundo tiene para nosotros hubo una transformación maravillosa no solo en mi manera de pensar sino en mi manera de sentir y de experimentar todo. La vida nos cambió.

En este blog no quiero solo re-escribir mis viajes para recordarlos, sino compartir todas las vivencias que pueden ser convertidas en consejos y tips para sus viajes, pero aún más importante para mí es hacer que tomen la decisión, que hagan realidad ese viaje que tanto han planeado pero que no han realizado.

Si les gusta, compártanlo y sino también (jajaja).